miércoles, 17 de marzo de 2010

La leyenda de la ciudad sin nombre.


Badajoz me recuerda últimamente una película de mis años mozos: La leyenda de la ciudad sin nombre. Cuando la vi de joven me pareció una buena película y además divertida, con el paso del tiempo ha envejecido mal, (como esta ciudad).
En aquella película, protagonizada por Lee Marvin, Clint Eastwood y Jean Seberg, se construía una ciudad que se basaba exclusivamente en la ambición que, en aquella época, residía en la fiebre del oro. Pero lo mismo que la ambición la había construido, con el paso del tiempo, la misma ambición la destruía. La película termina con toda la ciudad hundiéndose a los pies de los perplejos vecinos. Es como una metáfora. Una ciudad construida sin parques, sin hospitales, sin iglesias, tan solo cabañas de madera y burdeles es un sueño para neoconservadores, la antítesis de una ciudad europea, con sus bulevares, sus grandes parques y sus espacios para la cultura.
Badajoz es algo parecido a eso, también es un sueño “neocon”, (sin bulevares, sin grandes parques y sin espacios para la cultura), y por lo que estamos viendo ha empezado a hundirse. ¿Nos tragará a todos en su imparable bajada a los infiernos?


P.D. El socavón no ha sido producido por las lluvias, como dijo ayer el telediario de TVE, sino por los reventones en las tuberías de agua.



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