Ante la pregunta recurrente de por qué tenemos la ciudad que tenemos y para dar respuesta a los interrogantes que nos acucian iniciamos una ronda de breves flashes sobre los grupos políticos que, de una manera o de otra, gobiernan esta ancestral ciudad de Badajoz. Durante los próximos días iremos desgranando brevemente las políticas locales que nos ofrecen todos los grupos que en la actualidad tienen representación en el Ayuntamiento. No lo hacemos para apoyar a ninguno de ellos ni para promocionar otros que aún no están, sólo lo hacemos como ejercicio crítico y de reflexión.
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Iniciamos esta breve exposición con el último de los grupos, el de Izquierda Unida. Como es sabido, la coalición nació como una forma de tapar, mezclando entre unos pocos elementos de las llamadas fuerzas progresistas, lo que simple y llanamente era el Partido Comunista de España que, a finales del siglo XX, empezaba a ser una fuerza bastante pasada de moda. Es decir, la coalición nació por razones de “marketing” electoral o, como vulgarmente se dice, para endulzar la píldora del comunismo trasnochado. Al finalizar los años ochenta había caído el muro de Berlín, los regímenes del “socialismo real” se habían hundido en pocas semanas y toda una tradición de casi dos siglos que trataba de emancipar a las masas se había esfumado sin dejar rastro alguno. En países como Francia o Italia, que habían tenido partidos importantes, los comunistas desaparecieron en cuestión de meses. Solamente en Portugal siguió habiendo un partido que mantenía las siglas y los principios del comunismo decimonónico. En España, como la coalición se había formado unos años antes, (en 1986), no se produjo ningún movimiento ya que ésta “tapaba” el nombre del comunismo que ya sonaba tan mal. Sin embargo con el tiempo sí se produjo un movimiento, pues poco a poco fueron derivando del comunismo a un republicanismo que nunca antes habían defendido, ya que en la transición su Secretario General, Santiago Carrillo, fue el primero en aceptar la monarquía, antes incluso de que lo hiciera el PSOE, (postura motivada por los acuerdos a los que llegó con el Presidente del Gobierno Adolfo Suárez para culminar el cambio a un régimen democrático y procurar la legalización de “el partido”), mientras que a principios de este siglo su postura había cambiado y terminaron compartiendo espacio político con uno de sus más declarados enemigos: el, a la sazón, Presidente de EE.UU., George W. Bush, también autodenominado republicano como ellos.
Viene a cuento esta larga introducción para presentar las bases sobre las que se ha construido el partido (o coalición) que nos ocupa. En esta ciudad, I.U. viene estando representada por Manuel Sosa. Según el mismo nos cuenta en su blog, empezó su andadura política en el PSP de Enrique Tierno Galván, un grupo socialista más moderado entonces que el PSOE, que se disolvió al unirse a éste. Ni corto ni perezoso, el Señor Sosa se pasa entonces al sindicalismo y, en un giro absoluto, lo hace en el sindicalismo anarquista, en la histórica CNT. Al formarse Izquierda Unida se incorpora como independiente y se pasa a CC.OO., realizando numerosas tareas directivas en la Coalición, de la que ya no se ha movido, (ni se moverá mientras pueda seguir viviendo de ella). De la breve biografía política del Sr. Sosa lo único que nos queda claro es que se trata de un político con cintura, más influido por Maquiavelo que por Hegel. La gran ventaja de I.U. es que aglutina a algunos políticos profesionales con pretensiones con las bases disciplinadas y obedientes de lo que fue el comunismo, (aunque sus miembros ahora se llamen republicanos). Desde el principio, la coalición en Badajoz no tiene más voz que la del Sr. Sosa, según una estrategia caudillista de culto a la personalidad tan querida por los comunistas, (desde el triunfo de las tesis estalinistas a la muerte de Lenin). El concejal Sosa hace bien su papel y trabaja a fondo en su misión opositora al PP, que ganó las elecciones y gobierna en Badajoz desde 1995. Pero a pesar del voluntarismo con que realiza su trabajo pronto se da cuenta de que lo más eficaz políticamente es ir en busca del escándalo, de modo que se pasa a las formas más burdas de la reyerta política, buscando desesperadamente el que dé alas a sus ambiciones. La fortuna le trae el caso del Canal de Badajoz de manos de un empleado decepcionado de la promotora inmobiliaria que realizó la construcción de la urbanización “Jardines del Guadiana”. Podía haber tomado el caso de la urbanización de la zona del Cerro del Viento, (Condes de Barcelona), zona que se adelantó a las demás y en la que se acusó al Alcalde de tener intereses familiares, o haber mirado con lupa las inversiones inmobiliarias del rico farmacéutico Ramírez del Molino, tercer mandatario municipal. Pero no, tomó el camino más fácil y aprovechando las informaciones que le suministraba el desencantado empleado se dedicó de lleno al caso del Canal. Al final consiguió que todos los políticos quedaran totalmente absueltos y se inculpara a dos funcionarios municipales que habían aprobado con sus informes las actuaciones realizadas. En lugar de reconocer el gatillazo, el avezado político lo vendió como un triunfo y todavía hoy anda hablando del tema como de un éxito enorme de su coalición. Últimamente la actividad de este incansable concejal ha decaído un tanto, (tal vez por el congreso que han tenido), y sólo el caso de la demolición de la Clínica Los Naranjos le ha reactivado un poco. Se trata de nuevo de una filtración de alguien, según el mismo declara en su blog. Si en lugar de trabajar a golpe de supuestos escándalos hicieran un trabajo más metódico habríamos oído alguna crítica razonada al Plan General de Urbanismo que el PP aprobó y que no levantó tanta tinta como los supuestos escándalos. ¿O es que no sabe el Sr Sosa que lo mismo que se ha recalificado el uso dotacional de la Clínica Los Naranjos también se ha hecho lo mismo con la parcela que había junto a la Clínica Clideba, igualmente destinada en principio a ampliación y por tanto dedicada a dotaciones sanitarias y de cuya plusvalía urbanística, al construirse un elevado edificio de viviendas, se habrán beneficiado los propietarios de la clínica? Claro que, para eso hay que trabajar y contar con personas capacitadas para leer un Plan de Urbanismo, lo que, según parece, está lejos de la realidad del equipo con que cuenta la coalición. En cualquier caso y a pesar de todas las estrategias, el pasado comunista pesa como una losa que les impide superar el límite de lo marginal y gozar del aprecio de un sector importante del público, a pesar de los sonados escándalos con que nos regala a menudo su dirigente.
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Iniciamos esta breve exposición con el último de los grupos, el de Izquierda Unida. Como es sabido, la coalición nació como una forma de tapar, mezclando entre unos pocos elementos de las llamadas fuerzas progresistas, lo que simple y llanamente era el Partido Comunista de España que, a finales del siglo XX, empezaba a ser una fuerza bastante pasada de moda. Es decir, la coalición nació por razones de “marketing” electoral o, como vulgarmente se dice, para endulzar la píldora del comunismo trasnochado. Al finalizar los años ochenta había caído el muro de Berlín, los regímenes del “socialismo real” se habían hundido en pocas semanas y toda una tradición de casi dos siglos que trataba de emancipar a las masas se había esfumado sin dejar rastro alguno. En países como Francia o Italia, que habían tenido partidos importantes, los comunistas desaparecieron en cuestión de meses. Solamente en Portugal siguió habiendo un partido que mantenía las siglas y los principios del comunismo decimonónico. En España, como la coalición se había formado unos años antes, (en 1986), no se produjo ningún movimiento ya que ésta “tapaba” el nombre del comunismo que ya sonaba tan mal. Sin embargo con el tiempo sí se produjo un movimiento, pues poco a poco fueron derivando del comunismo a un republicanismo que nunca antes habían defendido, ya que en la transición su Secretario General, Santiago Carrillo, fue el primero en aceptar la monarquía, antes incluso de que lo hiciera el PSOE, (postura motivada por los acuerdos a los que llegó con el Presidente del Gobierno Adolfo Suárez para culminar el cambio a un régimen democrático y procurar la legalización de “el partido”), mientras que a principios de este siglo su postura había cambiado y terminaron compartiendo espacio político con uno de sus más declarados enemigos: el, a la sazón, Presidente de EE.UU., George W. Bush, también autodenominado republicano como ellos.
Viene a cuento esta larga introducción para presentar las bases sobre las que se ha construido el partido (o coalición) que nos ocupa. En esta ciudad, I.U. viene estando representada por Manuel Sosa. Según el mismo nos cuenta en su blog, empezó su andadura política en el PSP de Enrique Tierno Galván, un grupo socialista más moderado entonces que el PSOE, que se disolvió al unirse a éste. Ni corto ni perezoso, el Señor Sosa se pasa entonces al sindicalismo y, en un giro absoluto, lo hace en el sindicalismo anarquista, en la histórica CNT. Al formarse Izquierda Unida se incorpora como independiente y se pasa a CC.OO., realizando numerosas tareas directivas en la Coalición, de la que ya no se ha movido, (ni se moverá mientras pueda seguir viviendo de ella). De la breve biografía política del Sr. Sosa lo único que nos queda claro es que se trata de un político con cintura, más influido por Maquiavelo que por Hegel. La gran ventaja de I.U. es que aglutina a algunos políticos profesionales con pretensiones con las bases disciplinadas y obedientes de lo que fue el comunismo, (aunque sus miembros ahora se llamen republicanos). Desde el principio, la coalición en Badajoz no tiene más voz que la del Sr. Sosa, según una estrategia caudillista de culto a la personalidad tan querida por los comunistas, (desde el triunfo de las tesis estalinistas a la muerte de Lenin). El concejal Sosa hace bien su papel y trabaja a fondo en su misión opositora al PP, que ganó las elecciones y gobierna en Badajoz desde 1995. Pero a pesar del voluntarismo con que realiza su trabajo pronto se da cuenta de que lo más eficaz políticamente es ir en busca del escándalo, de modo que se pasa a las formas más burdas de la reyerta política, buscando desesperadamente el que dé alas a sus ambiciones. La fortuna le trae el caso del Canal de Badajoz de manos de un empleado decepcionado de la promotora inmobiliaria que realizó la construcción de la urbanización “Jardines del Guadiana”. Podía haber tomado el caso de la urbanización de la zona del Cerro del Viento, (Condes de Barcelona), zona que se adelantó a las demás y en la que se acusó al Alcalde de tener intereses familiares, o haber mirado con lupa las inversiones inmobiliarias del rico farmacéutico Ramírez del Molino, tercer mandatario municipal. Pero no, tomó el camino más fácil y aprovechando las informaciones que le suministraba el desencantado empleado se dedicó de lleno al caso del Canal. Al final consiguió que todos los políticos quedaran totalmente absueltos y se inculpara a dos funcionarios municipales que habían aprobado con sus informes las actuaciones realizadas. En lugar de reconocer el gatillazo, el avezado político lo vendió como un triunfo y todavía hoy anda hablando del tema como de un éxito enorme de su coalición. Últimamente la actividad de este incansable concejal ha decaído un tanto, (tal vez por el congreso que han tenido), y sólo el caso de la demolición de la Clínica Los Naranjos le ha reactivado un poco. Se trata de nuevo de una filtración de alguien, según el mismo declara en su blog. Si en lugar de trabajar a golpe de supuestos escándalos hicieran un trabajo más metódico habríamos oído alguna crítica razonada al Plan General de Urbanismo que el PP aprobó y que no levantó tanta tinta como los supuestos escándalos. ¿O es que no sabe el Sr Sosa que lo mismo que se ha recalificado el uso dotacional de la Clínica Los Naranjos también se ha hecho lo mismo con la parcela que había junto a la Clínica Clideba, igualmente destinada en principio a ampliación y por tanto dedicada a dotaciones sanitarias y de cuya plusvalía urbanística, al construirse un elevado edificio de viviendas, se habrán beneficiado los propietarios de la clínica? Claro que, para eso hay que trabajar y contar con personas capacitadas para leer un Plan de Urbanismo, lo que, según parece, está lejos de la realidad del equipo con que cuenta la coalición. En cualquier caso y a pesar de todas las estrategias, el pasado comunista pesa como una losa que les impide superar el límite de lo marginal y gozar del aprecio de un sector importante del público, a pesar de los sonados escándalos con que nos regala a menudo su dirigente.
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