lunes, 30 de noviembre de 2009

Los Colorines en el Hoy.

Menos mal que alguien en el Hoy lee la Gacetilla de Badajoz. Si no véase el artículo que trae sobre el tema.
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viernes, 27 de noviembre de 2009

Orgullo y prejuicio.


Aquí tenemos un ejemplo muy claro de cómo funciona un prejuicio.
En la ciudad hay alguna barriada marginal, como la conocida por “Los Colorines”, que prácticamente llegan a ser un gueto, es decir: un espacio urbano separado del resto y socialmente marginal. En estos barrios la gente es tan mala o tan buena como en el resto de la ciudad. Hay gente con comportamientos muy deleznables, que viven inmersos en la criminalidad y se ganan la vida con el tráfico de drogas. El resto, que afortunadamente son más, son personas cuyo único delito es no tener suficiente dinero para hacerse construir un chalet en las vaguadas. La gente no es mejor ni peor porque tenga más o menos dinero. En todas partes encontramos todo tipo de personas. ¿O es que en un entorno determinado como el centro de trabajo o la comunidad de vecinos en la que uno vive todo el mundo tiene la misma talla moral? Esto que es una obviedad es percibido de otra forma por muchas personas. ¿Por qué? Por dos razones: desconocimiento y miedo (que a su vez deriva de lo anterior).
La opinión que mantenemos es obvia porque está en la experiencia humana de cualquiera que haya vivido distintos ambientes y se haya codeado, por alguna razón, con gentes de distintos estratos sociales y, por supuesto, haya mirado a la gente sin prejuicios.
Los vecinos de “Los Colorines” se quejan de su marginalidad. Hemos visto las basuras en las calles porque el Ayuntamiento no las recogía. Tendrán más razón o menos razón, pero de lo que no cabe duda es que las cosas hay que hacerlas bien. La seguridad ciudadana, la limpieza de las calles, el ornato y la tranquilidad son responsabilidad de las administraciones públicas.
Pero lo que más me llama la atención de este asunto es cómo ve el público esta reivindicación. Si no, véanse los comentarios de la gente al artículo del Hoy.
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yooooooo
de autentica verguenza...vivienda digna?? acaso no era una vivienda digna cuando se les dieron en su dia?? la junta acabara cediendo al chantaje para el asombro de todos los ciudadanos que estan trabajando y pagando impuestos y que a dia de hoy siguen sin poder tener una vivienda.señores, verguenza es lo que siento ahora mismo
cada vez mas harto
¿Para cuando un articulo sobre la indignacion que nos produce a la mayoria de los pacenses la actitud de estos señores? ya esta bien de sacarlos todos los dias en el periodico,estais cayendo en su juego
anaku
lo que se dice pena a mi no me dan,¿cuantas casas le han dado ? ¿cuantas casas han vendido a escondidas ?¿cuantos barrios se han destrozado por la integracion que dicen que sufren ?que se los lleven a valdepasillas o a las vaguadas haber si la gente con mas clase de badajoz aguantas sus costumbres y sus suciedades.estos señores vallan donde vallan van destrozando todo y llevando la droga a todos lados .que miren en sus colchones a ver cuanto dinero tienen.
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El prejuicio convierte a las víctimas en culpables. Es cierto que los que han deteriorado el barrio son personas que viven allí, pero no lo es menos que el resto de los vecinos han resultado damnificados por sus actos y que es obligación de las administraciones velar para que la vida de los vecinos se desarrolle de manera decorosa en todos los barrios. Los comentarios de la gente dan a entender que todos los que viven en un barrio pobre son mala gente, algo que está muy extendido entre la mentalidad de ciertas personas, (que por otra parte tampoco son ricas, por lo que dicen ellos mismos).
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jueves, 19 de noviembre de 2009

El cubo de Biblioteconomía y la gente.


El otro día hablamos del Cubo de Biblioteconomía y contamos lo que, a nuestro entender, había sido el proceso seguido por lo que llamábamos “este desaguisado”. Incluso algunos lectores, han contestado amablemente a nuestra gacetilla. Esto es una ciudad pequeña y uno tiene varios amigos que han estudiado en la facultad de Biblioteconomía, muchos habituales de la biblioteca e incluso alguno que enseña en la Facultad.
Como el tema tenía su complicación, quisimos ser objetivos y relatar lo que entendíamos que había pasado según lo hemos ido siguiendo en la prensa durante años. Pero resulta que había una parte que no hemos tocado en todo esto y que es, sin lugar a dudas, la principal, a saber: que todas estas obras se hacen para el uso y disfrute de la gente. Nos ha emocionado un poco comprobar el cariño que sienten por el edificio los que han estudiado y los que aún estudian allí y nos parece lamentable que vayan a salir perjudicados por el desaguisado.
En todas estas cosas siempre paga más el que menos culpa tiene.

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martes, 17 de noviembre de 2009

La autopista.

Dice el Hoy, que en el cruce de los Maristas un coche ha atropellado a un niño. No sabemos de quien es la culpa, lo que sabemos es que en esta ciudad abandonada a su suerte puede pasar de todo.
En primer lugar, “la autopista” no debería ser una autopista, me explicaré. La autopista hace tiempo que dejó de ser una circunvalación de la ciudad para el tráfico que va (o viene) de Portugal, quedando integrada dentro de la estructura urbana como una de las avenidas céntricas de la misma. Sin embargo, este Ayuntamiento, que no tiene ningún diseño de ciudad y que no quiere intervenir nada más que para calificar suelo para que construyan los amigos, no ha movido un dedo para modificar el carácter de esta vía. Al contrario, no quiere ni mencionarlo para que la vía siga siendo responsabilidad de carreteras y así no tener que hacer el mantenimiento, según la política de siempre de dejar las cosas como están que yo ya me estoy haciendo rico con el cargo y que trabaje Rita. Dice muy bien un comentario de un lector en el Hoy, que refiere que de llevarse a efecto la manía esta de los pasos subterráneos para lo único que servirán es para que los coches puedan correr por “la autopista” sin obstáculos de semáforos.
Eso es lo que tenemos: una ciudad para el negocio inmobiliario de los de siempre y para los automóviles, que son el fetiche que todos adoramos. Yo paso con mi cochazo por la autopista cómodamente y la ciudad que le vayan dando. Porque aquí no hay controles de velocidad y cada uno puede ir como quiera y aparcar en doble fila (o en triple) que no pasa nada. Y, ¡qué bien estamos con este gobierno local! Yo las próximas les vuelvo a votar.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Un error al cubo.

Miles y miles de lectores de este blog nos han pedido opinión sobre el controvertido tema del Cubo de Biblioteconomía. Ante su insistencia no nos ha quedado más remedio que hacerlo. Un tema realmente doloroso en nuestra ciudad. Resulta difícil dar una opinión simplista de lo ocurrido porque son varias las circunstancias que han concurrido en este desaguisado, (resulta difícil pero no por ello vamos a dejar de intentarlo). En este tema se han producido tres errores. Es un error al cubo.
El primer error fue de voluntarismo político, cosa muy frecuente entre nuestra “clase política”. Para conseguir que la Alcazaba, (y con ella todo el casco antiguo), gozasen de la presencia del público pacense, alguien de la Junta de Extremadura pensó que sería bueno rehabilitar el antiguo hospital militar que había dentro de ella y darle un uso que promoviera el acceso de la gente a este recinto. Pensaron que uno adecuado sería el de construir la facultad de Biblioteconomía, que a la sazón era un proyecto en ciernes, lo que llevaría aparejado la instalación de la Biblioteca de Extremadura en tan histórico recinto. Hasta ahí todo bien. El problema empieza en que estos egregios políticos deberían haber pasado a una segunda fase que consistiría en pedir el informe de los técnicos de la Junta. Lo que pasó después no lo sabemos, pero hay dos opciones igualmente perversas: que los políticos obviaron este indispensable trámite, o lo que es lo mismo, se lo encargaron a algún técnico “amigo” que informó lo que ellos querían que informara, es decir, que no había ninguna objeción al plan previsto.
Y claro que las había y, además, por partida doble. La primera era que el hospital era un edifico con poca capacidad para albergar la facultad que se quería construir. La segunda era que, siendo la Alcazaba un monumento histórico-artístico desde el año 1931, la normativa urbanística no permitía que se incrementaran los volúmenes o se levantaran obras de nueva planta.
El segundo error fue admitir el diseño presentado y darle el premio de adjudicarle el concurso de proyectos que se convocó al efecto. Personalmente defendemos que cuando se interviene en los cascos antiguos hay que hacerlo con honestidad, diseñando y construyendo como se hace hoy día. No es de recibo crear “pastiches” en los cascos históricos construyendo las cosas de forma diferente a como se construye hoy para darle "un aire vetusto". Así se ha considerado en numerosas intervenciones de muchas ciudades, como por ejemplo en Santiago de Compostela, (para no salirnos del solar patrio). Lo más triste es que quienes denunciaron la construcción, los Amigos de Badajoz, son un grupo de ignorantes que pretenden defender el “pastiche” por encima de toda consideración, promoviendo el uso de elementos vetustos en la ciudad, pensando que así se construye una ciudad hermosa.
Sin embargo, lo que una intervención moderna no puede hacer, bajo ningún concepto, es sobreponerse a la antigua y cambiar su fisonomía de manera agresiva, que es lo que hizo el famoso cubo sobresaliendo por encima de las murallas alhmohades. La solución era difícil porque ya se había cometido el primer error de querer lo que no se puede, pero aún así, se podían haber minimizado los efectos de la intervención creando unos volúmenes que quedaran dentro del recinto, incluso, tal vez, soterrados.
El tercer error es el que nos parece más grave: ignorar la normativa urbanística y permitir la construcción del engendro. Aquí es el Ayuntamiento el que tiene la mayor responsabilidad, puesto que la propia normativa municipal lo impedía. El colmo de la soberbia es lo que hicieron después: puesto que la normativa lo prohíbe cambiaremos la normativa ahora que se redacta un nuevo Plan Municipal. De nada sirvió porque el daño ya estaba hecho.
España es un estado de derecho, (a Dios gracias), y existe lo que se llama la separación de poderes: el poder judicial no tiene porque dar la razón al ejecutivo, (en este caso Ayuntamiento y Junta). De modo que el Tribunal Supremo vuelve a ordenar el derribo que ya fue ordenado en la jurisdicción extremeña porque dice que: “el ejercicio de las potestades administrativas en el orden urbanístico debe responder a las exigencias del interés general, entre las que no se encuentra burlar lo acordado en sentencia judicial firme". Alega el Ayuntamiento que el coste de demoler el edificio sería mucho mayor que el de construir uno nuevo. Eso es una afirmación que técnicamente no tiene ninguna justificación y que viene a ilustrar la manera en que se utiliza el tema, de la forma más demagógica para llevarse el gato al agua.
Llegados aquí, qué es lo que tenemos:
- Un uso muy útil que permite dar vida a la zona de la ciudad que más lo necesita, de la forma más conveniente.
- Una construcción moderna diseñada tal como se debe de hacer hoy día, pero metida “con calzador” en un sitio que no le corresponde y que viene a alterar la vista del conjunto de la muralla, lo que encima da la razón a los defensores de lo vetusto, que son una grave amenaza social.
- Unas administraciones que quieren torear al poder judicial y que evitan cumplir sus sentencias.
- Unas inversiones millonarias a costa del contribuyente, (todos nosotros), que ahora deben de incrementarse en demoler lo construido.
- Una facultad en pleno funcionamiento que ahora tiene un futuro incierto.
Todas las razones nos incitan a defender la situación existente dejando las cosas como están y sin demoler el cubo, salvo dos: el cuidado del patrimonio histórico y el respeto a la legalidad. Pero quiere el infortunio que estas razones sean tan importantes que no tenemos más remedio que defender la demolición aprobada por los tribunales y por lo tanto debemos condenar y condenamos al cubo de la Alcazaba a sufrir la demolición a costa del Ayuntamiento, que es el organismo obligado a velar por la legalidad urbanística.
Ya nos hemos pronunciado.
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viernes, 6 de noviembre de 2009

Triste aniversario





Hace doce años que se produjo la riada en Badajoz.
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El Teniente de Alcalde de este Ayuntamiento dice: "el equipo de gobierno prefiere gastar poco a poco".
Tampoco es necesario darse un atracón de gasto. Ya lo decía el tango: "que veinte años no es nada".
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Cuando se produjo la riada hubo una reacción unánime de solidaridad: la gente de Badajoz, la de todo el país, el Gobierno de España, la Junta de Extremadura. En dos o tres años se realojaron los vecinos afectados con el esfuerzo de todos. Finalmente, la Confedereación Hidrográfica del Guadiana ha restaurado los cauces de los arroyos.
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El Alcalde de Badajoz sólo fue a la riada cuando estaba allí el Rey de España. Se puede decir que llegó antes el Rey que el Alcalde.
Doce años después, la obligación municipal de demoler las casas afectadas se va haciendo "poco a poco", que es como dice el Ayuntamiento que prefiere hacer las cosas. Si algún día este Ayuntamiento tiene que dejar paso a otro es seguro que aún quedará trabajo por hacer de la riada.
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martes, 3 de noviembre de 2009

Rehabilitación integral de la Alcazaba. YA


El desamparo que sufre la Alcazaba de Badajoz y, con ella, todo el casco antiguo, no es mérito de una sola administración sino que se debe al trabajo coordinado de todas ellas en aras a conseguir tal abandono.
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La institución regional, en primer término, está dedicada a una frenética actividad que podríamos resumir con el nombre de “la Junta de las Autovías”. La idea trasnochada de que el atraso secular de Extremadura se ha de paliar construyendo infraestructuras de trasporte, (para mayor gloria de los fabricantes de vehículos y daño del medio ambiente), tiene la contrapartida de que el gasto en asuntos culturales pasa a un segundo término, pues carece de ese aura de modernización que es a lo que nuestros gobernantes regionales se han entregado de forma tan posibilista. El gasto en sanidad y educación es básico, (creo que coincidiremos todos en ello), así que lo que queda o se gasta en autovías o se gasta en restaurar retablos, y aquí lo tenemos muy claro, al contrario de lo que sucede en otras Comunidades Autónomas que inciden más en lo cultural por razones de apoyar una identidad segregacionista.
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El estado central está muy lejos y no creo que hoy día decida mucho en dónde se han de gastar los dineros, aunque algo tendrán que decir sobre un patrimonio histórico tan importante como es la Alcazaba de Badajoz, por ejemplo, o su Catedral.
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Por último, (last but not least), el Ayuntamiento de la ciudad ni siquiera se plantea cosas más allá de poner unas flores aquí o quitar unas basuras allí. Como quiera que los recursos son muy limitados, su política consiste en dirigir el gasto del centro (en primer lugar) hacia la periferia (lo que quede después de gastar en el centro). Es una política que podríamos definir como centrípeta, en la cual, la Alcazaba está claramente muy lejos del centro, (políticamente), por lo que no le llegan muchos recursos. Aunque hay que reconocerle al Consistorio que los ajardinamientos que se han hecho en el interior de la Alcazaba están muy bien, queda todo el perímetro de las murallas o las explanadas que las rodean que están llenos de malas hierbas y todo ello sumido en un abandono secular que nadie evita, donde la busura, el desconchón y el escombro son los amos de la ciudad, sin olvidar el tráfico de drogas que sigue estando ahí para que no esté en los barrios donde vive la clase media.
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Y mientras tanto todavía tienen la insensatez de mantener una oficina de turismo: ¡por favor que no vengan más turistas hasta que se arregle todo esto!
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Será para poder seguir yendo a FITUR, (la Feria del Turismo en Madrid), en esos Volvos tan bonitos para pasar unos días en El Foro a cuerpo de Rey.
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