martes, 22 de diciembre de 2009

Atascos


Dice el capitán de los socialistas pacenses que están atascados los imbornales.
Evidentemente Badajoz es una ciudad atascada. Está atascada políticamente, socialmente y, lo que es peor, económicamente. Dentro del atasco que sufrimos no es el menor el de los imbornales. El atasco de los imbornales es un reflejo de la ciudad. Sí, ya sé que esto es una figura retórica muy lamida, pero es que es así.
Badajoz se quedó atascada políticamente por mor de las actuaciones de aquel concejal socialista, (¿cómo se llamaba?), que terminó en la cárcel por robar el dinero de todos los pacenses. Desde entonces, los socialistas dejaron de ser opción y no quedó en la ciudad más que Miguel Celdrán (apoyado en sus amiguetes) y Manolo Sosa, apoyado en lo que sea, que da igual. De eso va a hacer dieciséis años, pero, ahí estamos: que veinte años no es nada.
Socialmente Badajoz ha sido y es una ciudad muy atascada desde tiempos inmemoriales. Una burguesía absentista, un proletariado de aluvión, de origen campesino y con tendencia a caer en el lumpen. Nadie con inquietudes y los inquietos molestando al resto del personal que lo que quiere es celebrar la feria de San Juan y que le dejen en paz.
Económicamente la ciudad ha sido una ciudad de servicios. Esto se debe a su condición fronteriza. Se trata de la ciudad más importante de España con frontera con Portugal. Las multinacionales lo vieron pronto, en cuanto entramos en la Unión Europea. La burguesía local no. Siguió riéndose de los portugueses. Además, el país vecino no estaba para alegrías en los últimos años, no eran capaces de remontar el vuelo. Ahora es España la que no está para nada.
Así que el que puede, vive en Badajoz de la administración, ya sea como funcionario, jubilado, perceptor de prestaciones, empresario subvencionado, cura o militar y otras formas nuevas y antiguas de prebendas.
Como los atascos de esta ciudad son muchos y muy complicados haría bien el consistorio en empezar con el de los imbornales. Ese, al fin y al cabo, es muy fácil de resolver y nunca lo han hecho. Se dijo, cuando se privatizaron el agua, los alcantarillados y demás, que el concesionario iba a limpiar los imbornales. Pero aún no lo ha hecho.
Hágase pues.
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